Quirón Cuadratura Ascendente

Quirón Cuadratura Ascendente

La Cuadratura Quirón – Ascendente puede generar discordia entre las heridas personales y la expresión externa, desafiando la integración personal.

La Cuadratura entre Quirón y el Ascendente en una Carta Natal señala una dinámica desafiante entre el arquetipo del sanador herido representado por Quirón y la imagen externa del individuo simbolizada por el Ascendente. Este aspecto sugiere una tensión o conflicto entre la necesidad de sanación y la forma en que la persona se presenta al mundo. Al formarse la Cuadratura con el eje Ascendente - Descendente, se desarrolla una dinámica distintiva, dentro de esta configuración astrológica una faceta representa una receptividad energética similar a una antena, mientras que la otra abarca el sentido del yo y de los demás del individuo. La presión resultante de esta dinámica surge de la compleja conciencia cultivada por la persona sobre las realidades de los demás, una aguda sensibilidad a las sutiles corrientes energéticas y una comprensión perceptiva de la información matizada. Esta conciencia elevada se convierte en una fuerza impulsora, introduciendo fricción en las dinámicas relacionales del individuo e influyendo en su comportamiento y en el contexto en el que se desenvuelve, en consecuencia, esta configuración dinámica establece un entorno psicológico en el que el individuo integra constantemente información externa, experimentando procesos transformadores que moldean sus relaciones y dan forma a su expresión personal.

La complejidad de esta configuración dinámica se matiza aún más al considerar que al formarse la cuadratura habrá que tener también en cuenta la influencia adicional de la conjunción de Quirón con el Medio Cielo o el Fondo del Cielo, añadiendo una capa adicional de información al juego psíquico. Además, la orientación espacial de Quirón en relación con el horizonte adquiere importancia, con su posición por encima o por debajo del eje Ascendente – Descendente afectando la expresión externa o interna de la energía de Quirón, respectivamente. Cuando Quirón reside por encima del horizonte celestial y forma una cuadratura con el eje Ascendente – Descendente surge una manifestación más externa, introduciendo fricción palpable en este eje e intensificando la interacción entre el yo y los demás. Por otro lado, cuando Quirón se posiciona por debajo del horizonte celestial, asociado tradicionalmente con una visibilidad disminuida, las energías y presiones atribuidas a esta alineación astrológica se perciben más internamente. Esta experiencia internalizada se manifiesta como una sensibilidad interna a Quirón, una internalización de matices informativos y una conciencia de sutilezas energéticas que contribuyen significativamente a la dinámica en curso dentro del eje Ascendente - Descendente.

Las personas con este aspecto pueden experimentar una sensación de discordia entre sus heridas arraigadas y la forma en que se expresan externamente, puede haber una lucha por integrar las lecciones del dolor personal en la imagen pública proyectada a los demás. El aspecto del sanador herido puede manifestarse como una fuente de tensión interna, creando desafíos en cómo el individuo navega sus relaciones e interacciones con el mundo.

La Cuadratura entre Quirón y el Ascendente puede resultar en una mayor conciencia de las vulnerabilidades, llevando potencialmente a inseguridades o al miedo de ser juzgado; el individuo podría enfrentarse al deseo de ocultar sus heridas, sintiendo que exponer estas vulnerabilidades podría hacerlo más susceptibles a críticas o rechazo. Por otro lado, puede haber un impulso de intentar compensar proyectando una fachada de fuerza y seguridad en sí mismo, ocultando las luchas internas.

Navegar este aspecto implica reconocer y abrazar la tensión entre los aspectos heridos del yo y la imagen externa presentada al mundo, requiere un esfuerzo consciente para integrar el viaje de sanación en la forma en que el individuo se relaciona con los demás. Este proceso puede requerir reflexión, autenticidad y disposición para enfrentar y superar el dolor personal.

La Cuadratura Quirón – Ascendente es una invitación a enfrentar y transformar los desafíos asociados con las propias heridas, convirtiéndolas en fuentes de fortaleza y sabiduría, fomenta una expresión más auténtica del yo, fomentando el crecimiento y la autoaceptación. Aunque puede presentar dificultades, también tiene el potencial de una sanación profunda y una comprensión más profunda de la interconexión entre las luchas personales y la forma en que el individuo se relaciona con el mundo exterior.