El Quincunce de Urano con Plutón es un aspecto semi-generacional que ocurrió por última vez entre 1910 y principios de 1912. No volverá a ocurrir hasta 2036. Al igual que con todos los planetas exteriores, sólo aquellos que son sensibles a las vibraciones de los planetas exteriores o tienen planetas personales en aspecto con Urano o Plutón sentirán los efectos de estos aspectos de manera significativa. Tiene importantes implicaciones tanto para el individuo como para su generación. Urano, asociado con la innovación, la rebeldía y los cambios repentinos, entabla una danza desafiante con Plutón, que simboliza la transformación, el poder y los procesos psicológicos profundos. El Quincunce representa una tensión dinámica y un ajuste que debe hacerse entre estas energías contrastantes.
A nivel individual, el Quincunce Urano - Plutón sugiere que la persona experimentará un proceso continuo de ajuste e integración en su vida, puede sentir una constante atracción y repulsión entre el deseo de libertad personal, individualidad y transformación progresiva representados por Urano, y la necesidad de una transformación psicológica profunda, dinámicas de poder y la exploración de aspectos ocultos del yo representados por Plutón. Las personas con este aspecto en su Carta Natal a menudo se encuentran navegando el delicado equilibrio entre abrazar el cambio y la transformación, al tiempo que reconocen la intensidad y la profundidad de sus propios procesos internos, pueden tener una gran conciencia de la importancia del empoderamiento personal y buscar activamente formas de generar cambios positivos en sus vidas y en el mundo que les rodea. Este aspecto puede impulsar un fuerte impulso de crecimiento personal y una búsqueda de autenticidad.
Este Quincunce sugiere que los individuos carecen de la capacidad natural para integrar el cambio y la crisis, por lo tanto, les resulta difícil lidiar con una crisis inducida por el cambio y con la necesidad de abandonar sus construcciones antiguas y obsoletas cuando se encuentran en un entorno que cambia rápidamente o que requiere una visión clara. Es posible que les resulte muy difícil mantener su visión motivadora e integrar una realidad llena de crisis con su visión idealizada del futuro. Es poco probable que tengan una habilidad innata para realizar cambios bajo la presión de la crisis o para transformar fundamentalmente su propio comportamiento y actitudes cuando ocurre un cambio repentino a su alrededor. Sin la capacidad de enfrentar el cambio y la crisis realizando transformaciones fundamentales guiadas por la visión y la introspección, es aún más probable que se vean arrastrados por los eventos que cambian rápidamente. También pueden negarse obstinadamente a reconocer que la realidad ha cambiado por completo a su alrededor, por lo tanto, es probable que reaccionen ciegamente, impulsados por el instinto, o que se paralicen en su esfuerzo psicológico por resistir la realidad cuando se les presenta un cambio drástico y una crisis.
También es probable que experimenten ira y emociones intensas cuando se les presenten situaciones que les obliguen a cambiar, especialmente pueden encontrar difícil cambiar de rumbo o reaccionar rápidamente en situaciones donde los eventos están fuera de control. Es aún menos probable que estén dispuestos a enfrentar crisis internas y avanzar hacia una visión de individuación más completa. Esta individuación implica un viaje de descubrimiento de sí mismos y realización personal, donde se busca y desarrolla el verdadero yo, liberándose de las limitaciones impuestas por la sociedad y las expectativas externas. En todo caso, lo más probable es que experimenten negación cuando ocurra una crisis y se requiera un cambio tanto a nivel externo como interno.
Comúnmente sucede que estas personas en sus primeros años tuvieron poca exposición a un modelo de gestión de la crisis mediante el cambio positivo o de someter sus expectativas individualistas a la disciplina del control y la “comprobación de la realidad”. En consecuencia, no lograron desarrollar la capacidad para lidiar con la crisis y el cambio dentro de su psique o en su entorno externo a través de la claridad de visión, la autenticidad y la disposición de dejar ir lo que ya no es real. Han tenido que aprender, si es que han aprendido, a través de la experiencia de crisis personales y lecciones difíciles, a lidiar con la crisis simultánea y la necesidad de cambio. El resultado final de su aprendizaje a través de estas crisis puede ser que hayan desarrollado una mayor capacidad para equilibrar el cambio y la crisis y, por lo tanto, fortalecer su identidad e individualidad. Las crisis y lecciones que experimentan a menudo tienen como objetivo purificar o transformar su sentido de individualidad, por un lado, y su sentido de poder y control sobre su mundo, por otro lado. Las crisis son más propensas a ser causadas por tener que enfrentar alguna verdad sobre una situación que ha cambiado fundamentalmente o que requiere un cambio transformador. Generalmente, hay una sensación de urgencia o un elemento de tiempo en su necesidad de reconocer la necesidad de cambio o reaccionar impulsados por su instinto superior, lo que les permite controlar la crisis externa o controlar psicológicamente la situación al aceptar la realidad que ha llegado o está por llegar.
El Quincunce entre Urano y Plutón tiene un componente generacional importante, cuando este aspecto ocurre en una Carta Natal, sugiere que la persona es parte de un grupo o generación más amplia que comparte temas y desafíos similares. Esta generación puede experimentar una tensión colectiva entre el impulso de cambio radical, liberación y transformación social representado por Urano, y las dinámicas de poder arraigadas y los procesos transformadores representados por Plutón. Las personas dentro de esta generación pueden sentir una fuerte sensación de estar atrapados entre lo antiguo y lo nuevo, entre la tradición y el progreso, pueden encontrarse lidiando con las complejas dinámicas de poder y control en diversos aspectos de sus vidas, ya sea en relaciones personales, estructuras sociales o dinámicas globales. Este aspecto puede generar un profundo deseo de justicia social y cambio sistémico en los individuos de esta generación, impulsándolos a convertirse en catalizadores de transformación y defensores de la igualdad.
Esta sección de astrología refleja conocimientos pertenecientes a una disciplina que es quizás la más antigua del mundo acumulados durante miles de años. Nos corresponde dar crédito a las principales fuentes de información que se han consultado. Mucha de la información aquí presentada proviene de un libro aun no publicado, Astrológica: guía para interpretar la Carta Natal, de Julián Favré. Se han consultado además, entre otros:
Posiblemente no están todos los que son, pero con seguridad si son todos los que están.