El tarot fascina a la gente desde hace siglos, pero a veces resulta difícil relacionar su simbolismo con nuestra actual forma de vida. La baraja de Tarot más antigua que se conoce tiene su origen en la Italia del siglo XIV, donde un noble italiano hizo pintar a mano una baraja como regalo para la boda de sus hijas. El Tarot era, y todavía es, un juego de cartas. Conocido como el taroc-chino, consiste concretamente en un juego de números donde cada naipe tiene un valor, y el jugador con la mano más alta gana.
Las cartas del tarot representan los principales aspectos de la vida y muestran lo que podemos aprender de nosotros mismos. Cada naipe recibe el nombre de Arcano, que significa «misterio», pero es mejor considerarlos como «explicaciones»: un misterio es algo indescifrable, mientras que una explicación nos permite vivir la vida con un mayor grado de conciencia y, por lo tanto, con mayor capacidad de ser felices.
Lo más importante no es lo qué «hay» en las cartas del Tarot, sino lo que somos capaces de ver en ellas. Según nuestros conocimientos, veremos en los naipes la representación de leyendas, cuentos mitológicos y alusiones a «enigmas» y sus respectivas explicaciones.
Con esta sencilla aplicación nos proponemos desmitificar el tarot para que puedas utilizarlo como instrumento para el desarrollo personal.
Existen diversas tiradas diferentes, la distribución que aquí usaremos es la llamada Cruz Celta, usaremos los arcanos mayores, es decir las 22 cartas principales del tarot.