Hola.
Mi nombre es Cristina. Tengo 22 años (pronto cumpliré 23).
Creo en eso que dice: "el amor suele llegar cuando menos lo esperas, sólo disfruta de tus aficiones, vive la vida con pasión, todo caerá por su propio peso".
No tengo problemas con la soledad, no tengo miedo de quedarme sola y disfruto mucho de mi propia compañía, y es más, creo que para que una se enamorarse de alguien, debe primero enamorarse de sí misma y ser feliz por cuenta propia, sin dependencias, de modo que cuando llegue esa persona, puedas darle un amor más genuino, más altruista...un amor más maduro. Es cierto que una no elige el momento en que va a enamorarse, pero creo que el mejor momento para hacerlo es ése. Con todo lo que he dicho, creo que se entiende que entre ser feliz sola, yo prefiero ser feliz compartiendo esa felicidad con alguien a quien amo. Creo que en el amor en pareja está la felicidad plena.
Pero a lo que iba no es a eso. A lo que voy es que hace días me puse a pensar más detenidamente y me di cuenta de que es posible que mientras yo estoy aquí, sola (pero feliz) en alguna parte del mundo (o de Lima) esté mi "otra naranja", también, solo. Cada minuto que paso sola es un minuto menos compartido con esa persona especial, es un minuto menos de felicidad plena. Ésa es la razón por la que estoy escribiendo aquí, ésa, y porque también quiero una cosa: Si esa persona llega a mi vida, no quiero que llegue en una etapa de mucha madurez. Quiero vivir esa etapa con la candidez, la ilusión, el entusiasmo de una adolescente. Lo ideal sería que esa persona llegue en mis veintitantos.
Y ahora paso a contarles mi historia. En mis 22 años no sé lo que es tener enamorado ni primer beso. Me enamoré una única vez, platónicamente, y no fui correspondida. Sé lo que es estar dispuesta a entregarlo todo sin esperar nada a cambio, y sé lo que es el rechazo. Le he gustado a varios chicos (no estoy segura si alguno llegó a enamorarse de mí), me han invitado a salir varios también, pero ninguno me ha llegado a gustar, al menos para una relación. No es que me vea como la última Coca Cola del desierto, pero sí confieso que soy muy selectiva, y no sé si eso sea un defecto o una virtud.
Estudio Matemática Pura, una carrera de la que estoy enamorada, y en mis ratos libres dicto clases particulares de matemáticas, para solventar mis propios gastos. Me gustan varias cosas: jugar ajedrez, escribir, cantar, conversar, viajar en bus a lado de la ventana, pensar, escuchar música. Soy blogger. Y estoy aprendiendo a tocar guitarra. Cuando me apetece, escribo haikus o cualquier otro tipo de poema. No leo mucho, por lo que suelo conversar sólo haciendo uso de mil sentido común y criterio personal. Mis conversaciones preferidas son aquéllas en la que hago uso sólo de aquéllo. Me gusta analizar.
Como verán, tengo varias actividades en las cuales conozco y puedo seguir conociendo más personas, pero, qué de malo tendría agregar un círculo más, como en este caso, "el círculo de conocidos en la red"? Eso me dije. Y aquí estoy.
Lo que voy a hacer a continuación será horrorosamente antiromántico, y hasta parecerá arrogante (porque lo es) pero no me importa, lo haré. Voy a detallar a grandes rasgos cuál es mi tipo de chico. Si tú, que estás leyendo esto, coincides con todas o la mayoría de las cualidades aquí descritas, envía un email a
[email protected] ("onlyhuman" es el título de una melodía que me gusta mucho). Acá va:
Mi tipo de chico es más inteligente y listo que yo. Es alguien con quien puedo hablar de cualquier tema con profundidad, es analítico y tiene preferencia por los temas abstractos. Es alguien quien me asombre con su ingenio y originalidad. Prefiero evidentemente a los del área matemática.
Mi tipo de chico es pulcro en todo el sentido de la palabra y consecuente en sus actos. Es una persona madura emocionalmente y con un aura de tranquilidad y melancolía.
Físicamente, tengo preferencia por lo de tez clara o raza asiática, pero si están dentro del grupo descrito anteriormente, soy indiferente a este punto. Delgados, de mediana estatura, pero lo más importante de todo es lo que me inspire en su conjunto: paz, pulcritud, ternura, calma. Por poner un ejemplo, se me viene a la cabeza el comediante que participó en la America's Got Talent, Jacob Willians.
Listo. Es todo. Veamos cómo resulta esto.