lo encontre en internet :)
El Cristo es una Energía de puro Amor Divino. Fue creado para hacer un Puente y de esta forma asistimos a llegar a nuestra Divina Presencia Yo Soy.
En la carta o imagen esta graficado para nuestra comprensión como intermediario entre la parte humana y la Divinidad, pero en realidad es toda una bella unidad de Luz. El, es un Puente entre lo humano y lo Divino, actúa como un transformador reductor de la Energía que desciende desde la Magna Presencia hacia nuestros vehículos. Es un Ser de Luz inteligente, con una conciencia pura y perfecta que crece y se incrementa con el Cuerpo Causal.
Cuando vivimos en las cualidades de Dios, el Cristo se expande y se incrementa el Bien de nuestro Cuerpo Causal.
El Santo Ser Crístico es nuestro Ordenador de Energía y si conscientemente le entregamos el comando de nuestros vehículos no habría ningún despilfarro de energía. Actúa como un Observador Silencioso, conociendo nuestro recorrido, sosteniendo nuestro Patrón de Perfección, dirigiendo al elemental del cuerpo en las tareas a realizar para la formación de una forma infante, para la restauración de alguna parte dañada, es quien nos transmuta el día de nuestro cumpleaños, para que la cercanía de la Divina Presencia, sus regalos y bendiciones puedan ser absorbidas con mas profundidad. Cuando estamos desencarnados moran en la Cuarta Esfera y fueron otorgados a la Raza Humana para acelerar la unidad con nuestra Divinidad. De El proceden los ímpetus e inspiraciones de bien, que nos llevan a desear ser mejores, mas amorosos, perdonadores y a expandir la bondad de corazón.
Nos ayuda a comprender que cada ser humano esta llamado a convertirse en el Cristo, así como lo manifestó el Amado Jesús cuando camino la Tierra.
La Nueva Era es un tiempo de Cristos manifestados, expandidos, es un tiempo de Amor, de Paz y de Pureza y nos haría muy bien recordar en todo momento que cada hermano nuestro lleva un Cristo en su corazón y así conectarnos con esa esencia Crística que es todo lo noble y bueno de esa individualidad y no mas con su personalidad, evitando de esta forma la posibilidad de sentir, pensar o actuar de alguna forma menor a la Presencia Crística.