Solía quedarme despierta de Noche...
Solía quedarme despierta hasta muy tarde antes de dormir, casi siempre hasta las 3 de la mañana. Poco antes de dormir repetía la misma rutina, navegaba las últimas horas en internet, prendía todas las luces del pasillo mientras todos en casa dormían, entraba al baño y, al salir, corría a mi cama luego de apagar la luz. Siempre le he temido a la oscuridad.
Y así transcurría la rutina diariamente, hasta que escuché aquellos sonidos raros en la ventana. Verán, vivo en una parcela, por ende mi patio es amplio y abierto. Sonaba como si rasgaran levemente el vidrio de mi ventana. Asustada un poco pensé que debía ser mi imaginación o simplemente un animal. De pronto un estruendo retumbó al costado de mi ventana y solté un grito. Intenté encender la luz de mi velador pero esta no encendía. La batería de mi computador empezó a descender y comprendí que se había cortado la luz. Espantada grité a mis padres para que vinieran a mi pieza, no me atrevía a abrir la cortina de la ventana, ni menos a poner un pie bajo la cama con tal oscuridad. Volví a gritar y nadie vino. En cuanto me empecé a desesperar y mis lágrimas empezaron a caer, sentí como se rompía la ventana al costado mío. Estaba en shock, solo atiné a cobijarme por completo. Temblaba bajo las mantas, mientras el frío aire se colaba entre las mantas. Estaba demasiado oscuro y me sentía vulnerable. Pronto sentí como algo se recostaba al costado mío, soltando una horrenda risa y abrazándome por sobre las mantas. Entré en pánico, corrí fuera de la habitación sin ver a ningún lado, solo con mi computador en mano. Corrí afirmada de la muralla hacia la habitación de mis padres. Intenté prender la luz en un intento inútil y desesperado. Gritaba y nadie contestaba, entonces, decidí iluminar mi rededor con la luz del computador. Estaba todo revuelto. La tenue luz iluminaba solo un poco. Intenté alumbrar cada rincón de la habitación, luego me dirigí a la cama. Había sangre por todos lados. Vi los cuerpos de mis padres yacer en un charco de sangre ambos con heridas en todo su cuerpo. Mi padre tenía dos cuchillas clavadas en cada ojo, mi madre tenía su cabeza volteada completamente en 180 grados. Intenté gritar, pero no podía. El miedo me dejó sin voz. Sentía constantemente como alguien respiraba a mis espaldas. Volteé y nada, la oscuridad me hacía sentir constantemente que algo asechaba tras mío. Salí al pasillo temblando, apenas sosteniendo el computador. Sentí un ruido frente a mí, en la oscuridad. Débilmente fui dirigiendo la luz por el pasillo. Una silueta fue acercándose, un hombre con vestimenta blanca, ojos desorbitados y una mueca sonriente que desfiguraba su rostro en una horrible expresión. Corrí hacia atrás, abrí la puerta del baño y me encerré.
Solía quedarme despierta hasta muy tarde antes de dormir, y ahora estoy aquí en un rincón del baño iluminada solo por la luz de mi computador, sin energía, sin poder comunicarme al exterior, escuchando como alguien rompe la puerta de madera intentando entrar, mientras su risa esquizofrénica y escalofriante me congela el cuerpo que espera su muerte.
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