Tierra, horror y maldad
Soñé por mucho tiempo con un algo, no puedo decir que era una criatura, porque no lo era, era un todo, la sensación, la presencia de esta cosa a la que yo no podía encontrarle una forma estable y definida, era todo lo que me rodeaba y más allá, pero a la misma vez, su forma, cualquiera que esta fuera, se concentraba en un lugar, como dejándome saber dónde estaba. De hecho, era tal la sensación de horror, caos y descontrol que ni siquiera puedo afirmar que era un sueño. Lo que sí puedo decir con seguridad sobre esta cosa, esta presencia, sea lo que sea, es que emana terror y maldad, se sentía presente una maldad que lo impregnaba todo y de la cual parecía imposible escapar. Ahora mientras lo cuento, con sólo recordarlo me recorre una sensación de horror, como una corriente que empieza en mi cabeza, pasa por mi pecho, hasta llegar a mis pies, de alguna manera como cuando se te pone la piel de gallina por algo que te emociona, pero esta vez en negativo, inverso y amplificada. De alguna manera siento a esta cosa como mi némesis, creo que estado peleando con ella por años y hasta hoy creo que he logrado no vencerla, porque se siente invencible, no sabría cómo hacerlo, pero si mantenerla a raya.
Recuerdo que en alguna época en la que se presentaba continua y recurrentemente cada noche, desarrollé la estrategia de despertar a toda costa, aun dormido, movía mi cabeza violentamente de lado a lado para obligarme a despertar, no siempre funcionaba. Algunas veces, después de despertar, esta cosa seguía allí, en mi habitación, permeándolo todo. Esas noches ya no dormía más, continuaba despierto hasta el día siguiente, no me atrevía a dormir. Otras veces, cuando volvía a dormir, el sueño simplemente continuaba donde lo había dejado, en alguna ocasión el horror era tan intenso que no me atrevía a intentar volver a dormir sin importar cuan cansado estuviese. No puedo relatar un sueño o un símbolo específico porque fueron muchos, aunque si hay algo que tenían en común. Usualmente, aunque no siempre, hay una tierra negra, como húmeda pero aceitosa, que se presenta en varias formas, y el ambiente es siempre sombrío y gris, cuando no completamente oscuro.
No recuerdo bien cuando empecé a tener estos sueños, o cuando tuve el último, creo que fue ya hace unos años largos. Pero anoche después de mucho tiempo volví a tenerlos, el mismo horror, la misma maldad, la misma tierra, como de una tumba excavada o una trinchera, siempre negra y aceitosa, como cuando hay un derrame de petróleo que mata todo.