El Emperador don Carlos I concedió por privilegio dado en Madrid, a 8 de noviembre de 1539, el siguiente escudo de armas a don Francisco Guillén, vecino de Tenochtitlán (México): Escudo cortado: 1º, en gules, una torre de plata, y 2º, en oro, dos tigres en alto; bordura de azur, con siete estrellas de oro.
Los de Castilla, traen: En campo de azur, diez roeles de gules, perfilados de oro; bordura de oro.
Otros traen: En campo de azur, tres flores de lis de oro, en jefe, puestas en faja, y tres estrellas de plata, en punta, también en faja.
Otros de Panticosa, y su ramas de Sallent de Gállego, Chimillas, Huesca, La Zaida, Fuentes de Ebro y Zaragoza, traen: Escudo cortado en faja: en cabeza, en gules, caldera de sable, surmontada de un león rampante de oro, en punta, en gules, tres árboles puestos en faja terrasados de sinople.