En sueños, así como en todos los demás ámbitos de la vida, la figura materna es un símbolo universal de crianza y protección, en cualquier caso, los sueños con madres y padres tradicionalmente se interpretan como signos de amor paterno.
Al soñar, el arquetipo materno puede aparecer en formas diversas, generalmente clasificadas como madre, princesa y bruja. Los símbolos de la madre tienen una versatilidad notable, desde la madre primordial, o la 'madre tierra', de la mitología, o Eva y María en las tradiciones occidentales, pero también hay símbolos menos personales, como la iglesia, la nación, un bosque o el océano. Suele suceder, que aquellos individuos cuya propia madre no satisfizo las demandas del arquetipo, pasen su vida buscando consuelo en la iglesia, o en identificación con 'la patria', o meditando sobre la figura de María, o sobre una vida en el mar. Las cualidades asociadas con este arquetipo pueden expresarse de maneras distintas a las biológicas, como en la idea de dar a luz a un libro o a una idea, o nutrir de alguna forma a otros.
La madre se relaciona con prácticamente todas las etapas y circunstancias de la existencia, y, puede aparecer como una imagen de la naturaleza, representando la vida, pero, también puede ser una representación de la muerte, de hecho, para los egipcios el buitre representaba a la madre, y, asimismo, este símbolo también aparece cuando morimos, es decir, cuando volvemos al seno de la Madre Tierra. Además, siempre representa nuestro origen, nuestras raíces, seguridad, refugio, calidez, ternura, y todas las cualidades maternales. Soñar con la figura materna suele ser más común durante la infancia, sin embargo, en los adultos, esta figura suele aparecer a través de referencias indirectas, y, con frecuencia, aquellos que no alcanzan la madurez todavía tienen estos sueños.
En los sueños, las figuras maternas sugieren fortalecer aspectos de nosotros mismos y de los demás, o la necesidad de una mayor compasión y altruismo; sin embargo, también pueden indicar que existe sobreprotección, abandono, crueldad o abuso. Los sueños sobre los padres pueden simplemente ser un intento de expresar los sentimientos y recuerdos del soñador acerca de ellos, es posible aclarar el significado de tal sueño examinando el papel desempeñado por la madre o los padres en el sueño, y la naturaleza de la interacción del soñador con la figura parental. La madre soñada puede reflejar los sentimientos del soñador con respecto al vínculo madre – hijo, tal vez como agrado por la calidez o la cercanía de la relación, o, como una necesidad de romper con un posible apego exagerado. El comportamiento de la figura maternal en el sueño y la reacción emocional del soñador a este comportamiento suelen ser consideraciones importantes en la interpretación de tales sueños. En términos generales, soñar con cualquiera de los padres puede proporcionarnos información con respecto a nuestra relación real con ellos, sin embargo, también es importante considerar lo que el sueño nos está diciendo con respecto a cómo somos nosotros mismos como padres.
Tradicionalmente, soñar con la propia madre indica una fuerza positiva a punto de entrar en nuestras vidas, particularmente, ver a la madre en el hogar, significa resultados gratos de cualquier empresa. No es muy frecuente tener sueños incestuosos con la propia madre, pero, cuando esto ocurre, indica la nostalgia por nuestra infancia y los deseos de volver a sentirnos protegidos como lo éramos entonces.
Soñar que emprendemos un viaje con nuestra madre, sin importar el destino, suele ser indicador de que tenemos algunas preocupaciones e inquietudes en nuestra vida, y que las respuestas necesarias para poder aclarar nuestros pensamientos probablemente las encontraremos al analizar nuestra infancia.
Los sueños en los que nos abandona uno o ambos padres usualmente están relacionados con preocupaciones financieras; por lo general, si la madre, o cualquiera de los padres, durante el sueño finalmente regresa, estas preocupaciones probablemente sean infundadas, pero, si no regresan, puede ser una señal clara de la necesidad de afrontar algún problema de tipo financiero.
Soñar el llamado de nuestra madre indica que nuestra conducta no es del todo correcta y esto nos acarreará problemas, posiblemente, el soñante esté abandonando sus deberes, o tomando un rumbo equivocado en sus negocios.
Soñarse conversando con la propia madre sugiere que están por llegar buenas noticias sobre el empleo, los negocios, etc. , y, en general, suele ser señal de que pronto se recibirán buenas noticias de intereses por los que podría haber ansiedad. Cuando en el sueño nos vemos discutiendo con nuestra madre puede no solamente ser un reflejo de las situaciones en la vida real respecto a nuestra relación con ella, sino que también puede indicar nuestros deseos de independencia, madurez y la posibilidad de prescindir de sus cuidados. Ver en sueños a nuestra madre llorando puede estar relacionado con las propias preocupaciones sobre algún problema de la vida diaria, particularmente, soñarla llorando, como si sufriera, indica que en el hogar algo marcha muy mal y hay riesgo de padecer penurias, enfermedades y otros malestares.
Soñar que se le miente a la madre, o al padre, en muchos casos es señal de que estamos a punto de completar algún trato, por lo general, con algún tipo de secretismo. Si, en el sueño, es alguno de los padres quien nos miente, suele ser indicador de que nos sentimos de alguna forma excluidos, tal vez de algún grupo social.
Si durante el sueño somos de alguna manera disciplinados por nuestra madre, aunque también podría ser el padre, esto suele ser reflejo de sentimientos de impotencia frente a alguna situación que estamos teniendo que afrontar en nuestra vida; quizás sea necesario intentar ganar control sobre nuestra vida, pero sin tener que ser demasiado polémico o beligerante con los demás.
Comúnmente, para una mujer que sueña con su madre, a menudo, sus acciones dentro del sueño, sus dificultades y éxitos, generalmente simbolizan sus propias acciones, dificultades y éxitos. Para muchas, también suele ser presagio de labores domésticas agradables y felicidad conyugal. Los sueños sobre la propia madre también pueden simbolizar un deseo de protección y crianza, con el anhelo de recibir los mismos cuidados y apoyo que se recibieron de la madre en la infancia, y, de alguna manera se la ha invocado en el sueño. Para una mujer cercana a contraer matrimonio, y que sueñe con su madre ofreciéndole un vestido de novia, por lo general, se refiere a las cualidades y fortalezas asociadas con su madre que son relevantes para su relación, sería una buena idea que la soñante escuchara las incertidumbres que expresa su subconsciente e intentara resolverlas antes del día de su boda.
Soñarse a uno mismo como madre, generalmente sin serlo, suele ser el reflejo de algún sentimiento de responsabilidad materna hacia alguien o algo, tal vez un amigo necesitado, o un niño, o incluso una mascota. Aunque, también es posible que sea una interpretación del anhelo de convertirnos en madres.
Si soñamos que nuestra madre tiene algún problema de salud, este podría ser nuestro problema de salud, pero también podría ser un problema de salud con la propia madre o alguien más que sea una figura materna de algún tipo.
Soñar con la madre, que en realidad ya ha muerto, en su personalidad natural, indica una protección superior que nos ayudará a alcanzar el éxito, y, es posible que ella esté enviando un mensaje; muchas personas afirman recibir mensajes importantes de sus padres difuntos. Aunque también es posible que sean los propios recuerdos o pensamientos sobre la madre, interviniendo para guiarnos cuando ella ya no puede hacerlo. Sin embargo, soñar con la madre ya muerta , cuando en la vida diaria aún vive, suele ser anuncio de tristezas, frustraciones, fracasos, etc. Igualmente, ver en el sueño a la madre demacrada o muerta, predice tristezas causadas por la muerte o la deshonra. Típicamente, los sueños sobre la muerte de los padres pueden reflejar sentimientos de hostilidad hacia ellos; tales sueños sugieren que existen conflictos presentes o pasados que aún no están resueltos, o que pueden estar por venir problemas en su relación.
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