El desahogo

Question

A veces, muchas veces, nos perdemos en nosotros mismos, en nuestro propio egoísmo y en lo que nos dictan nuestros sentimientos de miedo y rencor. Pasamos de ser buenas personas con buenos corazones a ser seres malcriados que mandan indirectas sin importar a quienes puedan afectar, es que total ese es nuestro objetivo, lastimar a la persona que nos ha lastimado. Estamos tan heridos y consumidos en nuestro dolor que nos deja de importar todo, lo dejamos todo de lado y solo nos concentramos en las calificaciones y las borracheras, total la construcción de buenas relaciones puede esperar. Hemos sido tan egoístas, tan despistados, tan increíblemente antojados, tan inmaduros, inmaduros es la palabra. Es que caemos en esta red en la cual todos somos iguales, todos estamos lastimados y todos buscamos lo mismo, amor, sin darnos cuenta que el amor no les llega a malas personas ni a personas que se encuentran a la defensiva debido al daño previo o a personas que no hacen las cosas como deben de ser. Tal vez llegue el tan denominado culo, cuya definición es alguien a quien le interesas como para poder besarte, pero no lo suficiente como para poder cuidarte, no lo suficiente para poder estar ahí en los malos momentos, y es cuando los problemas y adversidades llegan que te das cuenta que eso eres y eso fuiste, un simple culo. Alguien intercambiable, alguien reemplazable, sin mayor importancia alguna, en esa posición nos ponemos a nosotros mismos debido al miedo de la soledad y nos engañamos, sí que nos engañamos diciéndonos que no nos importa, que esa otra persona para nosotros tampoco es importante y no lo es, no lo es para nada porque no nos lo permitimos, por miedo a ser lastimados. Por miedo a ser lastimados nos lastimamos una vez más y otra y otra y dejamos atrás las enseñanzas de la niñez, los valores, nos olvidamos lo que nuestros padres y maestros nos decían cuando éramos unos niños, no mientas, no trates a otros como no te gustaría que te tratasen, respeta, se educado y responsable, todos esos años de pagar un colegio decente donde nos enseñarían valores, es que un niño con valores vende, un adulto con valores no. Un adulto es simplemente un productor de dinero, el gobierno y tus padres ya renunciaron a ti, ya hicieron lo que pudieron y el resultado es tu presente, si eres una persona bien preparada, con buenas costumbres pues que bueno y si no pues también, total eres adulto y ya es tu problema. Aun así, a pesar de todo, amo ser ya un adulto. Amo el poder conducir y no tener restricciones, esa frasecita solo para mayores de edad a mi si me cagaba la vida, pero ahora somos libres, libres de hacer lo que queramos y ahí es donde se originó el problema. Lo difícil no es la adolescencia porque total seguimos bajo el ojo de águila de nuestros padres, revisando nuestros cajones en busca de cigarrillos o preservativos o algún diario con secretos cochinos, lo difícil es ser un adulto joven, cuando te dicen vuela pajarito y jamás lo has hecho porque siempre tuviste a papa y mama ahí, jodiendote y diciéndote que hacer, convirtiéndote en una máquina que solo obedece ordenes, sin poder de raciocinio y lo más irónico es que aquellos padres amorosos gastaban cientos de dólares al mes para que una institución haga lo mismo contigo, hacerte un zombie sin raciocinio, un perrito que si al final de sexto año de colegio da la pata cuando se lo piden es un éxito. Pero luego llega la universidad y todos los cambios, llega la realidad, y aun así no vayas a la universidad y te dediques a trabajar o seas lo suficientemente estúpido para casarte a tan corta edad, la realidad llega y te golpea. Tu solo sabes dar la pata, eso fue todo lo que te enseñaron, pero ahora eres responsable de ti mismo y muchos responsables hasta de otra persona. Eres responsable de no reprobar tus materias, de decir que no a una fiesta y ponerte a estudiar, tienes que hacerlo eso tu solo, tienes que tu solito decirle no a tu amigo que te está ofreciendo una inocente piteada de marihuana en una fiesta. Eres tú el que debe decidir entrar a clases y no irte a un barcillo de mala muerte con gente de mala muerte. Y a la hora del amor y del sexo eres tú el que se debe dar su lugar y es ahí donde vienen todos los problemas. Ahí es donde llegan los bajones de autoestima, ahí es donde los niños lindos y prodigios, tan educados y con buenos futuros que éramos en el colegio nos convertimos en unos ebrios que lloran por personas que no valen la pena, pero lo peor de todo y más degradante es que si nos vemos al espejo somos nosotros mismos los que no valemos la pena. Es curioso como una persona de 16 años puede decir que no tan firmemente y ponerle fin a una situación desagradable y una de 21 no puede y le da vueltas una y otra vez, se lastima una y otra vez. En vez de mejorar graciosamente empeoramos, en vez de dejar el drama atrás y afrontar los problemas conversándolos y limando asperezas los empeoramos mandando indirectas por redes sociales, recibiendo la alabanza de nuestros semejantes cuando en realidad demostramos nuestro nivel absoluto de inmadurez. He hecho tantas cosas que jamás pensé llegaría a hacer, cosas que estaban por fuera de mis valores, por fuera de todo lo que me caracterizaba. He vivido experiencias insólitas, me he puesto ciertamente en lugares de peligro en potencia, pero lo más triste de todo es que me he perdido a mí misma. Perdí a esa persona que luchaba por ser alguien extraordinario, alguien con un título a los 19 años. Esa persona que quería llegar a tener logros que nadie más tiene. Me dedique a buscar el amor en lugares equivocados, en personas equivocadas. Me dedique a hacer daño y a buscar la satisfacción inmediata en vez de la mediata, la que dura, la que llena. Me convertí en una persona que puede llorar en cualquier momento si se lo permite, me convertí en una persona interesada que busca su propio bienestar sin importar si se le hace daño a otro. Me convertí en una mentirosa, en una impostora, todo con tal de que no la vean lastimada, es que perder el orgullo y la dignidad es lo último que se quiere en estos tiempos, a esta edad la ley es no dejar ver que nos importa, que nos afecta, que nos duele, pero es evidente que duele, es obvio por nuestra forma de comportarnos, por nuestra forma de expresarnos. No nos damos descanso, no nos dejamos desintoxicar, no buscamos crecer como personas, solo buscamos personas, personas que buscan otras personas para llenar vacíos que en realidad no existen, vacíos que nosotros nos creamos cuando todo esto comenzó, cuando nos dijeron vuela pajarito y tuvimos que abrir las alas y hacer algo que jamás habíamos hecho antes. Dicen que crecer duele y si eso es verdad sin duda estoy creciendo. La vida está llevándome a ese camino que todos nosotros suponemos debemos tomar. Estoy luchando por ese título universitario que debo tener para poder tener el posgrado que debo tener, para poder conseguir el marido posgradito que debo tener y juntos comprar la casa y los carros que debemos tener, el trabajo que debo tener y luego tener los niños que debo tener y ponerlos en la escuela de prestigio que les enseñara valores que se les olvidara y los hará robots inútiles a la cual deben asistir. Ya todo está planeado y todo tiene su tiempo porque no soy más que un robot de la sociedad, sin raciocinio como cuando termine el colegio.

Invitado · Answer

Al leerlo me fui sometiendo a un entendimiento como que si estubiese hablando yo misma. La forma en que pusistes cada una de sus emociones podia sentirlas como que si las estubiese sintiendo tambien. Es muy similar las cosas que como seres humanos vivimos y sentimos pero no tenemos todos el don y la facilidad de expresarlo como lo has puesto ahora. Te felicito porque mientras lo leeia, en la misma duda en la forma que empezabas tus oraciones tambien lo acompañabas con su respuesta. Y realmente lo que escribistes, porque se siente muy personal y lleno de sentimiento, es impresionante...
Gracias por escribirlo y compartir, que me inspirastes a mi.
Meli

El desahogo

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Muy bien dicho!

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