El Hombre Es Bueno
El hombre, la gente, el ser humano, es bueno.
Corrijo: El ser humano era bueno; ahora es malo.
Es malo porque está dormido.
Se quedó dormido en algún momento de nuestro pasado, probablemente en algún continente perdido.
Tal vez una horrible catástrofe sucedió -algunas de nuestras leyendas así lo indican- y el hombre se asustó, se aterrorizó, y luego se puso malo, pervertido, cruel y distorsionado; en otras palabras, se durmió.
Y ahora tiene una espantosa pesadilla y cree que es real.
Cree que es real y la hace real en su mundo.
Porque aquello en lo que crees tiende a convertirse en real.
Porque el hombre es un mago.
Realiza cosas mágicas incluso cuando está dormido.
Pero no sabe que es un mago.
Porque está dormido.
Pero, dormido o despierto, tú creas aquello en lo que crees. Cada cual crea su propia realidad.
Pero algunos creen que algún poder externo, algún designio superior o destino lo hace.
El hombre está dormido, soñando que todo es malo, diablos, demonios, guerra.
Piensa que la pesadilla que está sufriendo es real, por lo tanto, la hace real en su mundo, en su vida.
En nuestra vida.
En nuestro mundo.
Entonces, ¿qué es mejor para nosotros que el hombre despierte? ¿Qué servicio es mejor para el mundo que ayudar al hombre a despertar?
Un mundo mejor no es un asunto de guerra, sino de paz.
No es un asunto de competencia, sino de cooperación.
No es un asunto de odio, sino de amor.
Pero el hombre, dentro de su pesadilla, ve la realidad al revés.
Y crea una realidad al revés para todos nosotros.
El hombre está dormido, soñando cosas malas, las que toma por reales.
Por eso ahora el hombre es malo, no todos, por supuesto.
Algunas personas están más despiertas, otras menos, algunas totalmente dormidas.
La gran mayoría de los hombres están dormidos.
Pero en tiempos remotos, el hombre era bueno.
Era bueno porque estaba despierto.
Era natural.
El hombre estaba despierto como las aves, peces, ciervos, osos, lobos o leones.
Estaba más despierto que ellos, era más inteligente, pero era como ellos en esencia, en naturaleza, y él lo sabía.
Él comprendía que el sólo hecho de estar más despierto que sus pequeños hermanos, los animales, le convertía en su ayudante.
Y le convertía en el jardinero de Madre Naturaleza.
Y en un gran apoyo para sus semejantes.
Él no necesitaba leer la Biblia ni algún otro texto sagrado para conocer la Voluntad de Dios.
Sabía que debía ser el ayudante de sus pequeños hermanos y de Madre Naturaleza y de sus semejantes porque era inteligente y, sobre todo, porque tenía amor en su corazón.
Porque estaba despierto.
Cuando amas estás despierto. Cuando no amas estás dormido.
Y mientras más amas, más elevado es el nivel de realidad que puedes alcanzar.
O sea, mientras más amas, más despierto estás, comprendes mejor la naturaleza del Universo y de la Vida.
Porque el Amor es Dios.
Y Dios, el Amor, es la Suprema Realidad.
Mientras menor es el amor, más alto es el nivel de crueldad, muerte, temor, odio, tristeza y dolor.
Y mientras mayor es el amor, mayor es el nivel de felicidad, bondad, vida, paz, amistad y alegría.
Es por eso que quienes creemos estar más despiertos, aunque a veces el ronquido del mundo nos impulse también a tener feas pesadillas, cuando despertamos trabajamos por el despertar del hombre ante el AMOR.
Enrique Barrios